El grancanario salda con una victoria su estreno oficial a los mandos del artefacto británico. El registro en la primera manga oficial de la 17ª Subida Los Loros le otorga el acceso al peldaño más alto del cuadro de honor. Un pinchazo en la ascensión definitiva ocasiona una ligera salida de carretera que termina con el frontal del coche mundialista dañado. La defensa del triunfo del año pasado de Carlos Hernández fracasa por un estrecho margen que no alcanza las ocho décimas de segundo. El podio de la Categoría I lo completa José Alberto Díaz. Arunzú Quintero se impone entre los monoplazas.

Armide Martín concluye su debut competitivo a los mandos del Mini John Cooper Works WRC de Auto-Laca Competición con una sensación agridulce. Su objetivo principal, el de obtener la victoria en la 17ª Subida Los Loros, lo cumplió. El grancanario se adaptó rápidamente al artefacto británico y en la primera manga oficial estableció un registro que terminaría otorgándole el triunfo. Un pinchazo frustró su intento de rebajar una marca que ya había entrado en el libro de los récords de la rampa arafera.

Sin embargo, no solo una pérdida de rendimiento en el neumático delantero izquierdo del vehículo fabricado por Prodrive puso la nota negativa de su participación en la última ascensión tinerfeña del año. Ese problema ocasionó otro de peores consecuencias. La rueda afectada se negó a girar en una rápida curva a izquierdas y envió al ganador frente a un terraplén. Sus rivales no consiguieron batir el tiempo que había establecido en la cronometrada anterior, pero el golpe ensombreció su actuación.

El local Carlos Hernández, que había firmado una declaración de intenciones en los entrenamientos, acarició la medalla de oro con el Porsche 911 991 GT3. Poco más de siete décimas le privaron de repetir éxito en una de las pruebas más exigentes de la especialidad. El representante de Escudería Arico Competición se quedó con la miel en los labios. Justo a su espalda, otro vehículo de la firma de Stuttgart, el Porsche 911 997 GT3 Cup de José Alberto Díaz, se adueñó del último peldaño del podio.

El joven Abel Mesa se convirtió en uno de los protagonistas de la jornada tras situar su Mitsubishi Lancer Evo IX en la cuarta posición. El de Los Realejos estableció un registro sensacional en la escalada definitiva con el que se permitió el lujo de superar a Juan Carlos Brito. El recientemente proclamado campeón del Interinsular de Tenerife de Montaña lamentó la falta de caballos del Ford Fiesta R5 de su padre. Sin la necesidad de arriesgar por unos determinados puntos, se contentó con el quinto puesto.

En la Categoría III, apasionante batalla entre los tres mejores clasificados. Israel Marrero sorprendió a todos cuando situó su Seat 600 JTR en la cima de la tabla provisional. El de Calzados Cely se aplicó al máximo en la defensa de su lugar, pero Arunzú Quintero impuso la lógica en el momento decisivo. El del Speed Car GT1000 reaccionó y grabó su nombre en el palmarés de vencedores. Óscar Gutiérrez mantuvo sus opciones con el Demon Car CM1000, pero terminaría conformándose con el bronce.

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