El piloto del norte de Tenerife asegura que no encuentra cubiertas «por ningún lado» para el vehículo que el pasado fin de semana dirigió hacia la tercera posición en la 28ª Subida San Miguel. Las últimas tres pruebas las ha completado con el mismo juego de ruedas. El desgaste de ese compuesto le invitó a no tomar riesgos excesivos en la cita organizada por Escudería Motor Abona, reduciendo así el riesgo de «darle un golpe al coche». El de Tance Isora Motorsport afronta la presente campaña con el objetivo de «conocer al cien por cien» el artefacto galo, mientras el año que viene piensa centrarse en lo «competitivo».

Los problemas de suministro también afectan al Citroën DS3 WRX de ‘Tito’ Correa. El piloto del norte de Tenerife, que el pasado fin de semana participó en la 28ª Subida San Miguel, no compite con cubiertas nuevas desde la 44ª Subida a Barlovento, celebrada en La Palma a comienzos del mes de agosto. Desde entonces, el abanderado de Tance Isora Motorsport ha tratado de encontrar neumáticos sin éxito. «No los conseguimos por ningún lado y los que tengo ya tienen tres carreras encima», lamenta el tinerfeño.

Este inconveniente comenzó a generar su efecto negativo, precisamente, en la rampa sanmiguelera. «Vi que el coche no me respondía todo lo que quería y no quise arriesgar», indica Correa. «Si lo hacía, podía haberle darle un golpe», añade. A pesar de limitar su conducción al grip que le ofrecían las ruedas, ‘Tito’ logró volver a la senda del podio, esa que había abandonado catorce días antes con su sexto puesto en Tamaimo. «Cumplimos más o menos con nuestro cometido, pero podía haber mejorado un poco», dice.

La jornada del sábado en el municipio de San Miguel de Abona amaneció con humedades en la TF-565. Sobre ellas concentraba ‘Tito’ sus esperanzas de presentar batalla a los vehículos GT de sus rivales. Sin embargo, la fuerza del sol borró unos parches de agua que ni siquiera aguantaron los entrenamientos. Correa asegura que la zona alta fue la menos favorable a su montura. «Salía de la curva de Jama, pisaba a fondo y el coche me pedía más, pero no había, iba pasado en vueltas y no tenía más cambios», revela.

Respecto a su adaptación al artefacto que hace unos años dirigió Petter Solberg, ‘Tito’ admite que «me falta mucho porque en cada prueba descubro algo nuevo». Según sus sensaciones, se encuentra «a un sesenta por ciento» del nivel que exige su potente Citroën. En vistas a lo que falta de temporada, Correa quiere «seguir viendo los extraños y los límites», planteándose este 2023 como el año «de conocer» los entresijos de su DS3 WRX. «En el 2024 sí intentaremos hacer una campaña más competitiva», sentencia.

Foto: Óscar Quintana