El piloto francés festeja su sexto triunfo del curso y acorta distancias con su compañero de equipo en la batalla por la corona del FIA World Rally Championship (WRC). La lluvia agrega emoción al desenlace de la cita asiática. El #33, a pesar de sus intentos, no logra vencer a su rival directo en ninguna de las clasificaciones. Sami Pajari concluye tercero.

Sébastien Ogier pone la directa hacia su novena corona. El piloto francés se ha repuesto del accidente que sufrió en Europa Central con un pleno de puntos en el Rally de Japón. No solo se trata de una victoria material, sino también de un éxito que mina la moral de su oponente en la pelea por el cetro mundial. Elfyn Evans, por más que lo intenta, no consigue ganar a su compañero de equipo, y es que solo lo ha logrado una vez después de diez enfrentamientos.

La lluvia convirtió el domingo de la cita nipona en un viaje a lo desconocido. Al galés le venía de maravilla la aparición del líquido elemento para intentar sorprender a su máximo rival. Al principio de la etapa, en los primeros intermedios de la especial de ‘Nukata’, parecía que las tornas giraban a su favor… pero fue un espejismo. Un momento de desconcentración le trajo de vuelta a la realidad. ¿Dónde? En la curva en el que Adrien Fourmaux dijo adiós al pódium.

El fin de semana de Hyundai, como tantos a lo largo de este 2025, ha sido para olvidar. En la asistencia se quedó el i20 N Rally1 del belga Thierry Neuville por un problema eléctrico que no permitía activar los limpiaparabrisas. Un disgusto digerible, ya que el actual campeón del mundo no se jugaba nada. El fallo del galo sí hurgó en la herida. Marchaba tercero hasta que dejó la puerta del lado derecho en un árbol. Abandono irremediable y un regalo para Toyota.

Porque la baja del #16 abrió la posibilidad del triplete. Y Sami Pajari la materializó. El piloto júnior de la marca japonesa añade a su currículum su primer metal en la categoría reina del FIA World Rally Championship (WRC). El premio que en numerosas ocasiones se le resistió, al fin, está en sus manos. Su relación con este rincón del planeta es cada vez más especial. Hace doce meses se erigió en ganador de WRC2 en este mismo escenario. Cierra un círculo.

Ott Tänak ha acabado por el cuarto lugar. El único superviviente de los de Alzenau rascó una cosa positiva. Aunque muy tarde, dio con el causante de los problemas de rendimiento que arrastraba desde el jueves. Cambió su diferencial trasero y desbloqueó el potencial real del vehículo. Grégoire Munster, por su parte, se ha anotado una quinto plaza con sabor a triunfo. Kalle Rovanperä ha de contentarse con una P6 que le mantiene con opciones al entorchado.

En WRC2, la bandera española ondea por lo más alto tras la actuación de Alejandro Cachón. El representante de Toyota España, que salvó un trompo en el TC-16, se desquita así de esa espina que le había dejado su reciente percance en tierras alemanas. Nikolay Gryazin, sin la capacidad de responder a la velocidad del asturiano, terminó segundo en su Škoda Fabia RS Rally2 semioficial. Jan Solans completó las posiciones de privilegio a 49.8″ de su antecesor.

En WRC3, Matteo Fontana ya puede celebrar su condición de campeón mundial. El del Ford Fiesta Rally3 aterrizó en Japón con un planteamiento bien definido y que no alteró en nada. Le bastaba con atravesar la pancarta de meta del Power Stage y presentar su vehículo en el parque cerrado final, y a eso se ha limitado. Su puesto en el evento con base en la localidad de Toyota fue el segundo. El primero, coto cerrado de Ghjuvanni Rossi en otro Fiesta Rally3.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT

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