El piloto galés recorta distancias con su compañero de equipo y gran rival en la puja por el título del FIA World Rally Championship (WRC). Le gana en las tres tramos del bucle matinal y, además, supera al local Takamoto Katsuta en la clasificación general. Adrien Fourmaux sorprende con su ritmo al volante de un Hyundai con el que sella dos scratch.
Elfyn Evans contraataca. El líder del FIA World Rally Championship (WRC) recorta distancias con Sébastien Ogier en la pelea por el triunfo del Rally de Japón. El galés, que comenzaba la segunda etapa de la cita asiática a 10.2″ del octocampeón mundial, ya figura a tan solo 2.0″ de su máximo rival en la pugna por la corona. El #33 ha aprovechado las tres especiales del bucle matinal para, en cada una de ellas, aproximarse a un liderato que divisa muy de cerca.
El piloto de Gap, que parte a las especiales en la última posición del pelotón de coches de la categoría reina, no ha encontrado la confianza suficiente para aplicar el elevado ritmo con el que asustó en la tarde del viernes. Sobre todo, ha sufrido en los lugares donde las hojas que caen de los árboles invaden la carretera. A pesar de la diferencia de velocidad con su vecino en las carpas de Toyota, el #17 comenta que aún no tiene motivos por los que preocuparse.
La mañana de Evans ha sido una montaña rusa de sensaciones. En la cronometrada de ‘Ena’ no depositó toda la seguridad que le habría gustado en las notas que le cantaba su copiloto. Pero, justo en la especial siguiente, la de ‘Mt. Kasagi’, soltó su ataque más voraz. Consiguió el scratch por 2.1″ y, lo más importante para él, descontó 5.4″ al colchón de Ogier. El héroe local, Takamoto Katsuta, les persigue desde el tercer puesto… y a apenas 5.2″ de la cabeza.
Los hombres del Toyota Gazoo Racing WRT, además de en su intensa batalla interna, deben de proteger sus espaldas de un desbocado Adrien Fourmaux. El galo ha preferido no caer en lamentaciones y sí buscar la manera competir con su Hyundai i20 N Rally1. Nadie ha ido tan al límite como él en las técnicas carreteras del sol naciente. De hecho, confesó haber tenido un susto ¡en una recta! Sami Pajari, a pesar de sus intentos, no logra acercarse al top cuatro.
Quien no consigue nada positivo de su vehículo es Ott Tänak. Al estonio le queda un camino eterno por recorrer. La configuración antigua del i20 N no funciona. La evidencia de ello, los más de 20″ que Fourmaux le endosó en el TC10. Para hurgar en la herida de los de Alzenau, Thierry Neuville se retiró tras el TC8 al romper un palier en el enlace entre la asistencia y su salida. Increíble, pero cierto. Grégoire Munster figura en P7 y Kalle Rovanperä ya es décimo.
En WRC2, Alejandro Cachón conserva la batuta de mando. Aunque carga con el hándicap de la inexperiencia en este rincón del planeta, el español está mostrando una gran solidez para contener a un Nikolay Gryazin que se niega a tirar la toalla. El del Škoda Fabia RS Rally2 tiró de memoria y recuperó 8.8″ de una tacada en el TC9. Ahora anda a 6.4″ de su predecesor y 16.5″ por delante de Jan Solans, que adoleció fatiga de frenos en su Toyota GR Yaris Rally2.
En WRC3, el guion del viernes carece de variaciones. Al frente de la tabla permanece el Ford Fiesta Rally3 de Ghjuvanni Rossi. El galo, al que únicamente se la ha resistido un scratch en lo que va de fin de semana, ya dispone de casi siete minutos de renta con respecto a Matteo Fontana. El italiano no cambia su mentalidad. Necesita terminar para ser campeón mundial y ese es su único objetivo. El francés Eric Royère, en otro Ford Fiesta Rally3, marcha tercero.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT


Deja un comentario