El piloto grancanario siente que llegó al límite de las posibilidades tanto de su montura como de su pilotaje en la penúltima ronda del Campeonato de Canarias de Rallies sobre Asfalto (CCRA). «El Škoda no da más y yo creo que tampoco», asegura. Los cambios que hizo antes del último bucle, a pesar de ser «un poco locos», le funcionaron de maravilla.

Armide Martín volvió a saborear una victoria regional en el 44º Rallye Villa de Teror después de nueve años. Contra todos los pronósticos, el grancanario impuso su Škoda Fabia R5, que no recibe actualización alguna desde finales del 2019, contra los actualizados Rally2 de los favoritos del Campeonato de Canarias de Rallies sobre Asfalto (CCRA). «La verdad que no», respondió a la pregunta de si era consciente de la magnitud de su éxito en la cita terorense.

El abanderado de Canarias Sport Club llegaba al evento organizado por la Escudería Aterura muy justo de kilómetros. En todo el año apenas había competido en el 9º RallySprint Era del Cardón, celebrado a principios del mes de septiembre. Pero su poca actividad no le lastró lo más mínimo frente a los Yeray Lemes, Miguel Suárez y compañía. A la conclusión del bucle de la mañana, solo Alexey Lukyanuk rodaba por delante de él… y las diferencias eran cortas.

Martín se dio cuenta de que podía luchar por el cajón más alto del podio, precisamente, con sus registros en esa sección matinal: «Siempre suelo partir un poco dormido a los primeros tramos, pero hice un segundo scratch en el TC-1, después otro y estaba muy cerca, así que pensé que podía darse un buen día». No se equivocó en sus presagios. Tras el abandono del ruso heredó la batuta de mando y no dio opciones a los rivales que marchaban a su espalda.

Armide siente que ya no puede extraer nada más ni de su montura ni de su conducción: «El coche no da más y yo creo que tampoco». Con todo, hubo unos cambios que le permitieron dar un salto de rendimiento en las últimas pasadas. «Hicimos unos retoques un poco locos para ver cómo iba el coche y mejoró muchísimo. Cambiamos reglajes de barras, de caídas, de convergencias, clics… hicimos muchos cambios que podían ir buen, y así fueron», cierra.

Foto: FALP