El de Marzagán batalló en su camino hacia el triunfo contra un elemento inesperado. En los parones entre mangas, lo único que hicieron sus mecánicos fue limpiar insectos. Por la parte deportiva, el líder del Provincial de Las Palmas de Montaña está satisfecho con su actuación. Solicita cambios en la montaña y que escuchen a los pilotos que la siguen.

Iván Armas careció de oposición en la 22ª Subida a La Pasadilla. El de Marzagán condujo su Porsche 991.1 GT3 al cajón más alto del podio con absoluta autoridad. Pero lo hizo con una compañía diferente en el habitáculo. Una plaga de un insecto le acompañó en cada una de las tres mangas de la prueba organizada por Club Deportivo Motor Primera Etapa. «Lo único que hemos hecho en la asistencia ha sido limpiar hormigas. Se nos llenó el coche», aseveró.

Antes que en la rampa de Ingenio, el líder del Provincial de Las Palmas de Montaña se había desplazado a la mitad occidental del Archipiélago para concursar en el 17º RallySprint Cielo de La Palma. Y sospecha que ahí se originó el problema. La victoria que cosechó en esa cita derivó en un baño de champán a su vehículo. Aunque lo limpiaron justo después de finalizar esa celebración, quedaron «unas gotas» en los bajos del coche que llamaron a las hormigas.

«Era una pasada. Se cogieron su nidito ahí. Iba corriendo y ellas pasando por el volante. Una cosa descomunal», expuso el hombre de Escudería Aterura, quien, además de con el trofeo de ganador en la cita de Ingenio, volvió a casa con alguna que otra picadura de esos bichos que invadieron su artefacto. Con todo, la avalancha de himenópteros no le privó de atacar y rebajar sus tiempos en cada pasada: «Bajamos bastante, me iba aplicando al máximo», dijo.

Armas, a pesar de quedar sorprendido para bien por la respuesta participativa en la división de Velocidad, demandó «cambios» para una disciplina que no está en su mejor momento en la provincia oriental: «A ver si hacen un poco de caso a los pilotos, que son los que estamos corriendo». De cara a los eventos que se avecinan, su intención es la de competir en el ‘Villa de Teror’ con el BMW M3 E30 Prodrive. Su Porsche lo reservará para las dos subidas del Sur.

Foto: Óscar Quintana