El piloto lanzaroteño cerró el podio de la Categoría 1 en la quinta ronda del Campeonato de Canarias de Montaña (CCM) al volante de su Mitsubishi Lancer Evo IX. En su primera subida en dieciocho años, el abanderado de Escudería Lanzarote acabó «muy contento» con su rendimiento: «Este podio me sabe a gloria». Este 2025 se focalizará en el asfalto.

Esteban Feo subió al tercer cajón del podio en la 12ª Subida a Betancuria. El piloto de la isla de Lanzarote, un asiduo de la tierra, regresó el pasado fin de semana a una modalidad por la que no se bregaba desde hacía 18 años. Además, el conejero arrastraba casi dos cursos de inactividad. El 2 de diciembre del 2023 había realizado su última participación. Con todo, su tiempo alejado de la competición no le privó de hacerse con el bronce en la ronda majorera.

«Estoy muy contento, este resultado me sabe a gloria», resume el deportista lanzaroteño. El del Mitsubishi Lancer Evo IX, debido a sus ocupaciones, no pudo preparar su concurso en la rampa de Fuerteventura de la forma tradicional. Solo hizo tres pasadas de entrenamiento al recorrido trazado por la FV-30, pero esto lo compensó recurriendo a las nuevas tecnologías. El visionado de vídeos y el simulador, lo que le permitió «aprender y memorizar» la especial.

El abanderado de Escudería Lanzarote, más acostumbrado a conducir sobre grava, confiesa que «cuesta un poquito» cambiar el estilo de pilotaje al que exige otra superficie, pero sabía qué aspectos eran fundamentales para marchar a un ritmo competitivo en asfalto. «Hay que hilar fino, hacer las trazadas bien y no ir tan de lado porque sino pierdes tiempo. Todavía me falta mucho margen de mejoría, esta ha sido mi primera carrera, pero estoy contento», dice.

Estaban asegura que se centrará esta campaña en competir en asfalto. Su Mitsubishi Lancer Evo IX de tierra aún lo tiene en el garaje, aunque prefiere repararlo «con tranquilidad» antes de volver a subirse a él. «Ese estará para el año que viene», comenta. De cara a lo que resta de 2025, Feo relata que no piensa «en nada de victorias». Su prioridad, aprender. «Eso es lo importante a estas alturas, coger el ritmo del asfalto y esa soltura que me hace falta», zanja.

Foto: Óscar Quintana