El piloto estonio sobrevive a un problema con la caja de cambios de su Hyundai i20 N en el último tramo de la cita helena y certifica el primer triunfo de la temporada para los de Alzenau. La avería le cuesta la máxima bonificación del Super Sunday y algunos puntos del Power Stage, apartados que gana Sébastien Ogier. Adrien Fourmaux finaliza tercero.

Ott Tänak relanza su candidatura al título del FIA World Rally Championship (WRC) con una victoria en el 69º Acrópolis Rally de Grecia. Ocho meses después, un Hyundai vuelve a subir al cajón más alto del podio. El piloto estonio ha sido el encargado de cortar la racha triunfal de Toyota con una soberbia actuación en la séptima ronda de la temporada. Aplicó un ritmo infernal por las pistas helenas y su coche no sufrió ningún problema… hasta el último tramo.

Cuando marchaba dispuesto a certificar un pleno de puntos, el i20 N Rally1 del campeón de 2019 mostró su única fisura del fin de semana. A mitad del Power Stage, la caja de cambios comenzó a fallar. Pero el #8 y su liderato sobrevivieron a ese susto. Eso sí, le costó el triunfo del Super Sunday y sus opciones de luchar por el scratch en la especial de bonificación. Aún así, Ott se coloca a solo doce puntos del líder del certamen… justo antes del rally de su país.

Sébastien Ogier rescató un saldo más que positivo de la exigente jornada dominical. Para él son los cinco puntos extra por ganar la etapa y otro tanto por su registro en la segunda visita a la temible cronometrada de ‘Tarzan’. El francés, que no estará en la siguiente prueba de la temporada, conserva su segunda puesto en el campeonato. Nueve puntos le separan de un primero que permanece, todavía, en manos de Elfyn Evans. Una brecha que da para pensar.

Adrien Fourmaux completó el podio del evento con base en la localidad de Lamia. El francés se desquita así de la negativa racha de resultados por la que andaba envuelto. Más que una alegría, su tercera plaza es un alivio, como él mismo la catalogó en el control stop final. A la espalda del #16 acabó Evans. El galés volvió a carecer del ritmo suficiente para batallar por cotas mayores. Pero ahí aguanta con el liderato al que accedió cuando se impuso en Suecia.

Thierry Neuville, quinto, lidió con todo tipo de adversidades en su estancia por la costa este del Mediterráneo. Que si pinchazos, que si amortiguadores rotos… y para remachar la faena, una falta de potencia que le obligó a resetear la centralita de su vehículo en pleno tramo. Su defensa de la corona no termina de despegar. De los reenganchados, el único que salvó algo de botín ha sido Kalle Rovanperä, que estableció el segundo mejor crono en el Power Stage.

En WRC2, Oliver Solberg ha abrochado una victoria con la que supera a Yohan Rossel dentro del campeonato. El sueco, que no otorgó ninguna oportunidad a sus rivales, está ahora tres puntos por delante del oficial de Citroën Racing, que no consiguió alcanzar el segundo lugar que se había marcado como objetivo para el día de hoy. El francés debió contentarse con el bronce por 12.5″, lo que la faltó para dar caza a Gus Greensmith y su Škoda Fabia RS Rally2.

Por lo que respecta a WRC3, Ali Türkkan se estrenó como ganador. El turco protagonizó una de las actuaciones más dominantes de la historia reciente en su Ford Fiesta Rally3. Líder de principio a fin, terminó su participación con una renta de más cinco minutos con el siguiente clasificado, Taylor Gill. El australiano, con su medalla de plata, recupera la batuta de mando del campeonato, esa que antes era propiedad de Matteo Fontana, ausente en la cita helena.

Türkkan también se hizo con los honores en WRC Júnior, apartado en el que, además de sus 25 puntos por la victoria, sumó otros siete por los scratch que acumuló. Gill finalizó en una P2 que, por fin, le destaca como líder solitario del certamen por encima de Mille Johansson. El sueco, acogido a la normativa del Súper Rally, fue sexto de la general y se adjudicó cuatro mejores tiempos. El paraguayo Diego Domínguez ocupó el tercer cajón del cuadro de honor.

Foto: Hyundai Motorsport