El piloto grancanario quiere estrenar este componente en la 46 Subida Barlovento, que será la próxima a la que acuda con su nuevo Mitsubishi. El pasado fin de semana, en la rampa de Arucas, logró cortar la racha de abandonos que cargaba desde Juncalillo con un triunfo. Siete décimas le separaron de su mejor registro en esta prueba con el Evo X.
Miguel Cabral está más cerca de estrenar un componente que espera que cambie, de forma notable, el comportamiento de su Mitsubishi Lancer Evo V. Desde que lo estrenó este coche a finales del pasado año en Tenerife, el grancanario ha competido con un diferencial central mecánico que no le permite desplegar todo el potencial que esconde. Tras meses de trabajo con un central diferencial electrónico, su debut con esta pieza está a la vuelta de la esquina.
La intención del actual campeón del Provincial de Las Palmas de Montaña es la de montarlo para la 46ª Subida de Barlovento, que es el próximo evento en su agenda. ¿Qué cambiará en el rendimiento de su montura? «Será más dócil, más llevable, traccionará mejor y ayudará a pasar mejor por las curvas con el tren delantero», dice Cabral. Otro punto a evolucionar, las carcasas del turbo: «El motor tiene muchísimos bajos, pero a altas no quiere correr mucho».
A pesar de que ha de pulir detalles en la configuración del Evo V, Miguel se quedó en la 25ª Subida de Arucas a solo siete décimas del récord absoluto, el que estableció él mismo en el 2024 con su Evo X. «El piso estaba bastante peor este año. Cuando venías acelerando en la quinta o sexta marcha el coche quería moverse porque estaba bastante rizado el asfalto. Me da más confianza en esa zona de aceleración el Evo X porque va más aplomado», sentencia.
La victoria en la ronda aruquense le permitió cortar una racha de abandonos que arrastraba desde Juncalillo. Cabral no cuenta como rotura lo que ocurrió en la rampa galdense, donde se le soltó una abrazadera, aunque el problema de Tejeda sí fue más severo. «Decidimos ir con el Evo X a esa subida porque su paso por curva es mejor que el del Evo V, pero tuvimos la mala suerte de romper el motor», lamenta. Esa incidencia le sucedió en la primera oficial.
Foto: Óscar Quintana


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