El ocho veces campeón del mundo mantiene el liderato de la prueba mediterránea, pero por un margen de solo 11.1″ sobre el estonio. Adrien Fourmaux pierde sus opciones a la victoria. El galo de Hyundai pincha por la mañana y vuelca por la tarde. Kalle Rovanperä marcha en la tercera plaza, mientras Elfyn Evans figura en una solitaria cuarta posición.
Sébastien Ogier y Ott Tänak, otra vez. Dos campeones del mundo envueltos, de nuevo, en la pelea por ganar el Rally Italia-Cerdeña. La dureza extrema de la ronda mediterránea no está resultando suficiente para separarles en la clasificación. Mientras los demás se focalizan en evitar problemas, ellos cargan con la obligación de atacar y, al mismo tiempo, proteger a sus coches de los peligros de los caminos, y así se emplazan a otra jornada dominical de infarto.
El año pasado, la pugna entre el francés y el estonio se resolvió a favor del representante de Hyundai en el Power Stage. En esta ocasión, todo apunta a que habrá que esperar hasta ese tramo final para que uno de ellos zanje el asunto. Por el momento, la ventaja es favorable al de Gap. Dispone de un colchón de 11.1″ que deberá cuidar durante 77.78 kilómetros contra el reloj más. En sus manos está que Toyota mantenga su pleno de victorias esta temporada.
Tänak, por el contrario, es la única esperanza de los de Alzenau de cortar esa imperial racha de la formación rival. Si ayer marró Thierry Neuville, hoy lo hizo Adrien Fourmaux. El francés muestra velocidad, pero no consistencia. En la mañana pinchó y en la tarde sufrió un vuelco que le abocó al abandono. De empezar la jornada a 2.1″ del liderato a terminarla de manera prematura y, ahora, hundido en la tabla. Solo le queda el Super Sunday para conseguir algo.
Kalle Rovanperä, por su parte, avanza rumbo a su segundo podio en este evento. Aunque no es de los favoritos del finlandés, su sábado limpio le ha permitido consolidarse por los sitios de privilegio y, su prioridad, por delante de Elfyn Evans. El galés marcha en el cuarto puesto, uno que, en ciertos momentos, era inimaginable. Sin mucho por lo que pelear, apostó por un planteamiento cauto… que promete cambiar para un domingo con muchos puntos en juego.
Sami Pajari, penalizado por dos pinchazos, aparece en el quinto lugar con el Toyota GR Yaris Rally1. Takamoto Katsuta, otro de los que tuvo que parar a cambiar neumáticos dañados, es séptimo de la general. El japonés está justo por detrás de Nikolay Gryazin, el más rápido del grupo de vehículos Rally2. Neuville, reenganchado, aprovechó el día para probar cosas en el Hyundai, al igual que hicieron Grégoire Munster y Joshua McErlean en los Ford Puma Rally1.
En WRC2, Emil Lindholm conserva la batuta de mando. El del Škoda Fabia RS Rally2 superó sus problemas: unos interfonos que fallaron en medio de un tramo, un aviso de temperatura del agua… ninguna de esas incidencias logró apearle del liderato. Yohan Rossel, al contrario, tomó el camino de la retirada tras golpear un árbol y romper la dirección de su Citroën. En la segunda plaza en la que rodaba está Lauri Joona, mientras Kajetan Kajetanowicz va tercero.
En lo que respecta a WRC3, Matteo Fontana progresa con paso firme hacia su primer triunfo de categoría. El italiano, recibiendo todo el apoyo de sus compatriotas, disfruta de una renta de más de tres minutos sobre su contrincante más próximo, el boliviano Nataniel Bruun. Los hombres de Alpine Racing lamentaron sendos varapalos. Tom Pellerey abandonó tras dañar una rueda de su Renault. Mattéo Chatillon, en P3, fue ralentizado por la bomba de gasolina.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT


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