El deportista de Gáldar logró el pasado fin de semana el segundo triunfo absoluto de su trayectoria y el primero en más de seis años. Tras la difícil temporada que tuvo el curso pasado, el del Mitsubishi adite que necesitaba una dosis de moral como la generada por este resultado que le sitúa a solo cinco puntos del liderato del Provincial de Las Palmas.

Gustavo Bolaños subió a lo más alto del podio de la 22ª Subida de Tejeda. El piloto galdense abrochó en la ascensión organizada por la Escudería Aterura la segunda victoria absoluta de su trayectoria deportiva. La anterior la había conseguido en la Subida Montaña Alta-Guía del 2019. «Nos hacía falta un toque de ánimo como este», comenta el del Mitsubishi Lancer Evo VII. «Vemos que el coche funciona de verdad y estamos cómodos sobre él», dice el norteño.

El año pasado fue uno de los más difíciles en la carrera de Bolaños. Su artefacto no acababa de ofrecer el rendimiento que buscaba y, para colmo de males, una rotura de motor allá por el mes de mayo le apeó de lo que restaba de temporada. Regresó en Moya con una segunda plaza revitalizante, pero el resultado en la cita tejedense ha sido el impulso moral definitivo. No solo por ganar, sino por situarse a cinco puntos del liderato del Provincial de Las Palmas.

«Esto le da emoción al campeonato, incluso a mí me la genera, no sé si los rivales también», dice Gustavo. Sin embargo, al natural de Gáldar lo que más le sorprendió el pasado sábado fueron las congratulaciones que recibió por detenerse en la sesión de entrenos en el sitio en el que Iván Armas sufrió su percance. «Se me hace raro que me feliciten más por parar para ver lo que le pasa a un compañero que por ganar. Era lo menos que podía hacer», sentencia.

Tras las bajas de Armas y Miguel Cabral, quien tuvo una avería al poco de partir a la primera manga oficial, Bolaños admite que «lo normal» era que conquistase el triunfo. El deportista de la isla de Gran Canaria salió a la pasada decisiva con un margen de apenas tres décimas sobre Alexis Santana, una ventaja que terminó extendiendo hasta los 7.464″ en el momento final. «Dimos el máximo y las cosas salieron bien», asevera el hombre de Escudería Aterura.

Foto: Óscar Quintana

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.