El piloto estonio finaliza el viernes de la prueba portuguesa con su Hyundai i20 N Rally1 instalado en la primera plaza de la clasificación general. Tras realizar alrededor de 150 kilómetros cronometrados, el #8 ostenta una ventaja de 7.0″ sobre Sébastien Ogier. Su compañero francés abandona por una rotura de suspensión cuando marchaba segundo.

Ott Tänak no quiere asistir a otro fin de semana de dominio de Toyota. El de Hyundai tiene el claro objetivo de frenar la racha de victorias de la firma nipona. Después de cuatro rallies, la marca a la que el estonio representa sigue en busca de su primer triunfo del año. Al término del viernes del Rally de Portugal, el campeón del mundo del curso 2019 es el mejor situado para aguar la fiesta a los japoneses… pero no puede fallar. Tres GR Yaris Rally1 le persiguen.

Tras vivir una de sus peores pesadillas en Canarias, el #8 comenzó la etapa más difícil de la ronda lusa, la de casi 150 kilómetros, conectado a su i20 N Rally1. Sin embargo, ese feeling lo perdió después de dos tramos. No del todo, aunque sí unos puntos de confort. Aún así, el día lo consiguió terminar como líder. «Está todo muy apretado. Es bonito tener esta nivel de competencia. Ahora tenemos que determinar nuestra estrategia para mañana», expuso Ott.

La jornada de Sébastien Ogier, segundo, se desarrolló a la inversa que la de su antecesor. Al principio, los ajustes de su coche eran demasiado blandos para el estado en el que estaban los tramos. Tardó un par de ellos en poner los reglajes a su gusto, los necesarios para seguir en contacto con la cabeza de la carrera. Apenas 7.0″ le separan de la batuta de mando. Y su compañero Takamoto Katsuta, todavía sin atacar al máximo, marcha por la tercera posición.

Kalle Rovanperä acecha la zona de podio a 1.2″ del japonés. Al finlandés le tocó lidiar con la limpieza al salir a las especiales justo detrás de Elfyn Evans. Y salvó la papeleta con notable alto. El galés, sin ninguna traza en el camino, pagó a un precio mucho más caro eso de abrir carretera. Las cronometradas más secas, esas en las que más polvo había que barrer, le han enviado al séptimo puesto. En el cómputo global, se ha dejado más de un minuto con Tänak.

Entre el #69 y el #33 aparecen Thierry Neuville y Sami Pajari. El belga, que empezó la etapa con un toque, lucha por un sitio de privilegio, mientras que el joven nórdico está centrado en no cometer fallos como el que tuvo en Gran Canaria. En otro mundo aparte, los esfuerzos de M-Sport los encabeza Grégoire Munster, octavo. La única baja en la primera división ha sido la de Adrien Fourmaux por rotura de suspensión cuando andaba a tan solo 0.8″ del liderato.

En WRC2, Oliver Solberg está sometiendo a sus rivales con un dominio abrumador. El sueco del Toyota GR Yaris Rally2 ganó nueve de las diez especiales del día. La que perdió fue a raíz de un trompo. Con ese error incluido, el nórdico dispone de una ventaja de 53.5″ sobre Gus Greensmith, al que endosó 21.4″ de una tacada en el TC-11. El británico del Škoda Fabia RS Rally2 mantiene una batalla mucho más cerrada con Yohan Rossel, al que lleva apenas 2.2″.

Por lo que respecta a WRC3, el australiano Taylor Gill ejerce una superioridad aplastante en su Ford Fiesta Rally3. Con un extra de velocidad que ninguno de sus dieciséis contrincantes aún ha encontrado, el oceánico se marcha a la cama con un colchón que pasa la frontera del minuto y medio sobre el Renault Clio Rally3 de Mattéo Chatillon, segundo. Kerem Kazaz, un joven turco con amplia experiencia en la Península, figura en P3 con otro Ford Fiesta Rally3.

Gill también aplica el rodillo en la división Júnior WRC, en el que goza de un minuto de renta frente a Mille Johansson. El sueco, que llegó a volcar en bucle matinal, arrastra una sanción de 10″ por adelantarse en un control horario. A pesar de esas incidencias, no arroja la toalla en su ambiciosa misión de dar caza a Taylor. Kazaz ocupa un solitario tercer lugar, mientras el cuarto lo están disputando Thomas Martens, Ali Türkkan y Max Smart, agrupados en 8.6″.

Foto: Hyundai Shell Mobis WRT