El vigente campeón del ahora denominado Campeonato de España de Rallies de Asfalto (CERA) perdió el liderato del ‘Villa de Adeje’ con una avería en la segunda especial de la jornada del sábado. El percance le costó un minuto con Enrique Cruz, pero no le influyó por ningún otro tramo. ¿Cómo logró solventarlo antes de volver al parque de asistencia?

El pasado fin de semana, Jorge Cagiao acarició su primera victoria en Canarias. El piloto del Recalvi Team lideró el 34º Rallye Villa de Adeje desde la segunda especial hasta la sexta. En esta, su Alpine A110 GT+ sufrió un problema mecánico que le hizo perder un minuto y todas sus opciones al triunfo. Dentro de lo malo, el gallego consiguió solucionar esa incidencia en el enlace hacia la cronometrada siguiente, salvando una importante P2 en la tabla nacional.

«No es un resultado negativo, en absoluto. Está claro que, cuando vas primero y están en la lucha por ganar, siempre quieres ganar, pero no es malo el segundo puesto», dice el vigente campeón del ahora denominado Campeonato de España de Rallies de Asfalto (CERA). El de Narón logró resarcirse de su contratiempo ganando los cuatro tramos posteriores. En cifras globales, impuso el artefacto galo en siete de los diez recorridos que integraron el itinerario.

Respecto al percance que le costó la batuta de mando en el sur de Tenerife, Jorge comenta que, nada más tomar la salida en ‘Costa Adeje 1’, «se rompió una abrazadera de un tubo del turbo». La rotura hizo que su coche se quedase sin potencia y activase en modo avería. «No pasaba de 50 kilómetros por hora y nos hizo perder mucho», agrega. Encontrar una solución se convirtió en una tarea vital para Cagiao, que estaba obligado a actuar rápido en el enlace.

«Quitamos una abrazadera de la caja de admisión y se la pusimos al intercooler para poder hacer el siguiente tramo», detalla el deportista del norte peninsular. Y esa decisión fue de lo más efectiva. Su Alpine no lamentó ninguna pérdida de rendimiento en ‘Adeje bp 1’, donde ya volvió a rodar a ritmo de scratch. A pesar de no haber subido al cajón más alto del podio, Jorge siente que, con sus cronos frente a Enrique Cruz, demostró «que nadie es imbatible».

Foto: Óscar Quintana