La formación con base en Alzenau vivió una auténtica pesadilla en la cita española. Los tres coches que desplazaron al Archipiélago carecieron de ritmo desde el inicio hasta el final. El representante de la firma surcoreana mejor clasificado fue Adrien Fourmaux en el quinto puesto… a más de dos minutos y medio de Kalle Rovanperä. «Fue muy difícil».

Dos minutos y medio separaron a Adrien Fourmaux, el hombre más rápido de Hyundai en el 49º Rally Islas Canarias, de Kalle Rovanperä. La marca surcoreana no fue capaz de meter ni un solo vehículo en el top cuatro de la cita española. Y, en lo que a registros de tramo hace referencia, apenas firmaron un scratch compartido… en una superespecial. El fin de semana fue una pesadilla para los de Alzenau, que no encontraron la manera de optimizar sus i20 N.

«Fue un evento difícil para nosotros», expone François-Xavier Demaison, director técnico de Hyundai Motorsport. Su cabeza no paró de dar vueltas desde la jornada del viernes. ¿Habría alguna forma de solventar la alarmante falta de rendimiento de sus coches? Muy a su pesar, no. Las decisiones que tomaron antes de salir hacia el Archipiélago fueron su gran condena. Escogieron una serie de elementos a precintar que en las carreteras isleñas no funcionaron.

Los representantes del fabricante asiático no tardaron más de un bucle en toparse contra la cruda realidad. Al mediodía del viernes, Fourmaux ya cargaba una losa de 34.3″ respecto al mejor Toyota. La situación de Thierry Neuville y Ott Tänak era aún peor. Sus caras reflejaban desconcierto e impotencia. «El problema es sencillo, pero complicado de solventar», afirmó el estonio al acabar la primera etapa. Ya sabía que, hasta el domingo, pocos cambios habría.

Los componentes de transmisión y suspensión que Hyundai eligió para la prueba canaria no ofrecieron posibilidad alguna a sus pilotos. Por muchos retoques que hiciesen en cada visita a la asistencia, las prestaciones de sus i20 N seguían muy por debajo de las expectativas. El chasis y las ruedas no congeniaban de ninguna manera. Y ahí estuvo la clave de la pesadilla. El neumático no duraba más de dos kilómetros en sobrecalentarse y tirar todo por los aires.

El subviraje ocasionado por ese exceso de temperatura en las Hankook terminó de aniquilar sus opciones. «Probamos infinidad de cosas distintas en el coche, pero fue complicado ante los Toyota», expone Demaison. El francés confía que la dureza de la ronda española reporte beneficios futuros: «En rallies así de difíciles aprendes muchas cosas interesantes que creo que no solo desbloquearán mayor potencial en asfalto, sino que también lo harán en tierra».

Foto: Hyundai Motorsport

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