El piloto finlandés domina la sesión de entrenos con su Toyota GR Yaris Rally1. Gana las dos pasadas que realiza con una contundencia que pone en alerta a sus rivales. A pesar de no competir en un evento de asfalto puro desde el mes de noviembre de 2023, el #69 demuestra que está listo para batallar por la victoria. Los neumáticos, la gran incógnita.

Kalle Rovanperä asombra en su estreno por Canarias. Las habilidades de un bicampeón del FIA World Rally Championship (WRC) siempre son una garantía. Pero la actuación del piloto de Toyota en el Shakedown de la cita insular pasa por encima de esa seguridad. El finlandés completó dos pasadas por los 6.26 kilómetros de ‘Santa Brígida’ y en ambas arrasó. Ganó la primera por un colchón de 4.0″ y en la segunda endosó 4.1″ al siguiente. Cifras que asustan.

«Hace mucho tiempo que no estamos en un rally de asfalto de verdad», comentó el #69. En su caso, desde noviembre del 2023 no competía en un evento similar al canario. Durante la temporada 2024, en la que realizó un programa parcial, solo eligió eventos de nieve o tierra. «Va a ser un fin de semana difícil con nuevas notas y nuevos tramos», relató el nórdico. Pero lo ha empezado de la mejor forma y demostrando una alta dosis de confianza en el GR Yaris.

Takamoto Katsuta, por unas carreteras que le recuerdan a su época en los circuitos, terminó la sesión justo a espaldas de su compañero. «Intentaré hacerlo lo mejor que pueda», afirmó el japonés. Él pasó tres veces por la especial de entrenos, las mismas que los Hyundai i20 N Rally1 de Ott Tänak y Thierry Neuville. El estonio concluyó tercero, mientras que el belga fue cuarto. Y el defensor del cetro mundial admitió tener «muchas esperanzas» en la cita isleña.

Elfyn Evans, el líder del WRC, finalizó quinto. «Será un desafío aprender los neumáticos otra vez», expuso. Aunque esta sea la cuarta ronda de la campaña, los compuestos que Hankook ha desplazado al Archipiélago no han sido usados en ningún momento del curso. Sébastien Ogier, en su regreso a la competición después de tres meses, llevó su Toyota al sexto lugar. «Es mi primera vez aquí y debo decir que las carreteras son perfectas para rallies», aseguró.

Adrien Fourmaux, ganador de la edición del 2020, se situó en la séptima posición. El galo de Hyundai también incidió en el asunto de las ruedas. «Los tramos son muy exigentes. Es una curva tras otra. Necesitamos gestionar las gomas», expresó. Detrás del #16 acabaron Sami Pajari, Grégoire Munster y Joshua McErlean, en este orden. Los representantes del M-Sport Ford tuvieron trabajo en los reglajes de sus Puma. Lo testado en Cataluña les sirvió de poco.

En WRC2, a Nikolay Gryazin le bastó con rodar lo mínimo para encabezar la clasificación. En un Škoda Fabia RS Rally2 armado con el último set de evoluciones, el deportista de licencia búlgara exhibió la velocidad que le caracteriza. Alejandro Cachón dirigió su Toyota GR Yaris Rally2 al segundo puesto de la división de plata. Matthieu Franceschi, con otro artefacto de la marca asiática, fue tercero. Los hermanos Rossel metieron sus Citroën C3 en el top cinco.

En la categoría de bronce, Mattéo Chatillon impuso su Renault Clio Rally3 por una diferencia de 2.6″ sobre el Ford Fiesta Rally3 de Ghjuvanni Rossi. El boliviano Nataniel Bruun, con otra de las unidades producidas por el personal M-Sport Polonia, se ubicó en el tercer lugar. Uno de los grandes favoritos al triunfo, el francés Arthur Pelamourgues, hizo una pasada y acabó quinto, un sitio más atrás que Takumi Matsushita, integrante del programa júnior de Toyota.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT

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