El piloto moyense asegura que la salida de carretera que sufrió en la cita galdense no le condicionó lo más mínimo en la ascensión de su municipio. En los entrenos empezó con cautela, pero porque estrenaba suspensión revisada en su Seat León Supercopa MK2. Y el rendimiento de esta le dejó satisfecho. Acabó en el tercer lugar a 1.585″ del segundo.

Juan Manuel Jorge estrenó su temporada a los mandos del Seat León Supercopa MKII en la 21ª Subida Villa de Moya, la de su municipio. Dos semanas antes, participó en Juncalillo con el Seat 600 JTR de José María Ponce. Su incursión en la ascensión de los Altos de Gáldar no salió de la forma que esperaba. Una salida de carretera en la manga de entrenamientos hizo que abandonase a las primeras de cambio. Pero ese accidente reciente no le afectó en casa.

«No sé si es que los pilotos estamos hechos de otra madera. Me subí al coche, lo arranqué y no me acordaba del accidente», relata ‘Juany’. El moyense estima que se ha magnificado lo que sucedió por la aparatosidad de los daños. «El impacto no fue tanto, aunque en un coche tubular y con carrocería de fibra es normal que la parte delantera quede así de destrozada», detalla. Así, estuvo inmerso en la batalla por la segundo plaza, la máxima a la que aspiraba.

Jorge admite que empezó con cautela en la manga de entrenos, pero por un motivo distinto: «Probamos la suspensión, que la teníamos recién puesta tras mandarla a revisión. Tenía esa incertidumbre de ver las sensaciones que me transmitía y cómo se comportaba». Y lo que el nuevo componente le transfirió fue en positivo. «La suspensión de antes era muy radical, de circuitos. Ahora, he notado que el coche me permite traccionar y dibujar las curvas», añade.

‘Juany’ piensa que, con esa evolución en el apartado de suspensiones, podrá mejorar todos sus cronos de años anteriores. Asimismo, considera que le queda «bastante margen» con la montura de la marca española: «Cuando te subes y bajas del coche cada seis, cinco meses, nunca vas a tener una frenada óptima ni el nivel de seguridad adecuado». A pesar de ello, el grancanario no cambia su filosofía, la de «disfrutar» y volver a casa con el vehículo «entero».

Foto: Óscar Quintana