El galés obtiene su segunda victoria consecutiva de la campaña y la decimotercera de la marca japonesa en la prueba keniata. A los mandos de su GR Yaris Rally1, decide cuidar su renta y desechar los puntos extra del Super Sunday y el Power Stage. Los Hyundai i20 N de Ott Tänak y Thierry Neuville completan el podio. Kalle Rovanperä, fuera por avería.
Elfyn Evans fortalece la supremacía de Toyota en el Safari Rally de Kenia. La marca japonesa ya suma trece victorias en la prueba más rompedora de todas. Y el piloto galés computa dos de tres posibles en la presente temporada del FIA World Rally Championship (WRC). El peor resultado del #33 en este 2025 es una segunda posición, la que consiguió en el ‘Monte’. Así las cosas, ostenta una renta de 36 puntos sobre su rival más próximo. Algo sin precedentes.
El vigente subcampeón mundial encaró los tramos del domingo con un objetivo claro. Por su cabeza solo pasaba sobrevivir. Decidió gestionar su colchón de casi dos minutos sin asumir el menor riesgo. Descartó luchar por los bonus del Super Sunday y del Power Stage. Ninguno de los dos necesitaba para extender su liderato al frente del certamen. Aún faltan once citas por disputar, pero Evans ya disfruta de un rally de ventaja con respecto a sus perseguidores.
Los Hyundai i20 N Rally1 de Ott Tänak y Thierry Neuville, en este orden, acabaron en las dos posiciones de podio restantes. De esa manera, tanto el estonio como el belga contribuyeron al mejor saldo histórico de los de Alzenau en la ronda africana. En sus cuatro viajes previos, la firma surcoreana apenas había logrado una tercera plaza. Han dado un paso adelante que les acerca a Toyota en el apartado de fabricantes. Estaban a 48 puntos y, ahora, andan a 26.
La formación con base en Finlandia perdió a dos de sus GR Yaris Rally1 en un día que, de no ser por Evans, habría sido catastrófico. Kalle Rovanperä sufrió un problema eléctrico que le obligó a retirarse, mientras Takamoto Katsuta la pifió en la especial de bonificación. El #18, en la pelea por ganar el Super Sunday, atacó demasiado en la primera curva y volcó. Llegó a la meta, aunque no a parque cerrado. El Toyota se negó a arrancar y a la grúa debió esperar.
La baja del japonés afincado en Finlandia promocionó a Sami Pajari a la cuarta plaza. El top cinco lo completó Grégoire Munster al volante de su Ford Puma Rally1 y con una dedicatoria a su abuelo, que falleció el miércoles, justo cuando su nieto participaba en el Shakedown. El griego Jourdan Serderidis concluyó octavo y Josh McErlean logró escalar hasta P10. Adrien Fourmaux realizó la etapa perfecta, imponiendo su i20 en el Super Sunday y el Power Stage.
En WRC2, Gus Greensmith repitió el triunfo del año pasado con su Škoda Fabia RS Rally2. El británico se liberó de la presión de Jan Solans cuando el español volcó en el TC18. El Toyota GR Yaris Rally2 resistió al percance sin más daños que los ocasionados en el parabrisas. Por cuestiones de visibilidad, el de Matadapera quitó la luna y continuó con gafas para proteger sus ojos del viento y la tierra. Concluyó en el segundo puesto y Fabrizio Zaldívar fue tercero.
Por lo que respecta WRC3, Nikhil Sachania protagonizó una remontada heroica. No bajó sus brazos y su insistencia tuvo un premio que parecía imposible: la victoria. Naveel Pulligilla, el líder de la división de bronce desde el jueves por la tarde, abandonó a raíz de una incidencia técnica en su Ford Fiesta Rally3. El keniata lo aprovechó y regaló a los suyos una hazaña de tremendo valor. Llevó a la realidad eso de que para acabar primero, primero hay que acabar.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT


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