La primera etapa del 72º Rally de Suecia concluye con el galés instalado en lo más alto de la clasificación. El liderato cambia de manos en cada uno de los cuatro tramos de la tarde. El más consistente del día, el #33, que cuenta con una renta de seis décimas con respecto a Takamoto Katsuta. Ott Tänak, Adrien Fourmaux y Thierry Neuville les siguen.
Cuatro tramos y otros tantos cambios de líder. Pero el viernes lo concluye Elfyn Evans con el primer puesto de la clasificación general en su poder. El mismo que despertó con su coche instalado en ese lugar. La tarde del viernes en Suecia deparó infinidad de alternativas. El del Toyota Gazoo Racing WRT, abriendo carretera, se opuso a todas. Y eso que empezó el bucle con una pérdida de 14.2″ en el TC5. Cuando parecía que sus opciones decrecían, respondió.
Y de qué manera. Ni en sus mejores sueños imaginaba el #33 terminar un día como este en lo más alto. Cierto que salir delante no penalizó tanto durante la mañana. Eso cambió con la repetición de los tramos. La carretera no agarraba nada. Ni a los primeros ni a los últimos. El paso de los coche históricos había dejado el carril hecho trizas. El británico lo rehacía y, con tiento y una conducción calculada al milímetro, saldó lo más difícil con una P1 muy luchada.
El top cinco está envuelto en menos de diez segundos. La renta de Evans, con respecto a su más inmediato perseguidor, es de apenas seis décimas. Igualdad absoluta. Por el momento, en Toyota disfrutan de un doblete que cierra Takamoto Katsuta. El japonés no ha olvidado lo que hizo aquí el año pasado, cuando peleó por la victoria hasta que fue a un banco de nieve. Eso sí, los de la firma nipona no podrán dormir tranquilos. Los tres Hyundai están ahí, cerca.
Ott Tänak ocupa el tercer lugar a 2.5″ de la cabeza. El estonio reaccionó con destreza a una pasada de frenada que, de enterrar sus opciones, pasó a beneficiarle. Marró en su cálculo y pisó el pedal del centro tardísimo. Arregló el problema como un campeón del mundo. Aplicó freno de mano con agresividad y dejó que el lateral del coche diese contra el talud. Hasta se ganó unas décimas con la maniobra. Detrás de él andan Adrien Fourmaux y Thierry Neuville.
Qué le gustaría a Kalle Rovanperä estar rodando junto a ese quinteto. Al finlandés no le sale nada. En un territorio que habitualmente domina, se ve estancado en un sexto puesto que no amenaza nadie. Poco más de quince segundos le separan del belga de Hyundai. Y eso es muchísimo en una prueba como la nórdica. Martins Sesks encabeza ahora la representación de M-Sport desde el séptimo sitio. Le siguen Josh McErlean, Sami Pajari y Grégoire Munster.
En WRC2, Oliver Solberg aguanta al frente tras superar una tarde con sobresaltos al volante de su Toyota GR Yaris Rally2. En una especial le llegó un olor a fuego proveniente, según sus sospechas, del escape. Más tarde, una pérdida de potencia en el motor. Todavía así, dispone de una ventaja de 23.8″ sobre Roope Korhonen. Georg Linnämae da forma a un triplete para Toyota. Mikko Heikkilä, a bordo de un Skoda Fabia RS Rally2, es el dueño de la cuarta plaza.
Dentro de WRC3, los finlandeses Ville Vatanen y Leevi Lassila acaparan el protagonismo. El del apellido popular manda por encima de su compatriota, pero por un margen de 8.1″, algo insuficiente como para pensar en conservar. Más atrás, el neozelandés Taylor Gill se cae de la puja por el triunfo. Aunque esté residiendo en Finlandia, le falta el gen que los originarios de la península escandinava traen de nacimiento y que les permite volar en citas como esta.
En WRC Júnior, el local Mille Johansson dio un portazo a las opciones de sus rivales. Con un ritmo estratosférico, el sueco ha disparado su liderato de los 13.4″ hasta los 48.3″. A Gill le toca morder el polvo contra otro hombre de la zona. El piloto oceánico rueda segundo en la división reservada a las estrellas del mañana. El podio provisorio lo completa Eamonn Kelly tras sacar tajada a las retiradas de Diego Domínguez Júnior y Tristan Charpentier en el TC5.

Foto: Toyota Gazoo Racing WRT


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