Hace diecinueve años, el tinerfeño certificó su segundo y último entorchado dentro del Campeonato de Canarias de Rallies sobre Asfalto al volante de un Renault Mégane Maxi que dejó su sello en las Islas. Acompañado mayoritariamente por Mahy García, celebró siete victorias en once participaciones. Solo dos veces acabó fuera de la zona de podio.

Los vehículos Kit-Car, en peligro de extinción por las Islas Canarias, fueron dominadores del ‘Mundialito’ durante varias temporadas. En manos de José María Ponce, Ricardo Avero, Luis Monzón… y, por último, en las de José Antonio Torres. En el 2006, el piloto tinerfeño festejó su segundo título regional con un Renault Mégane Maxi. Y esa corona, al igual que la del año anterior, la certificó con absoluta autoridad. Así lo reflejan sus quince victorias en 24 meses.

Junto a Auto-Laca Competición, Torres había dado muestras de su potencial sobre distintos modelos Kit-Car. Empezó con el Citroën ZX y luego pasó al Saxo. Pero su explosión llegó con su salto al Grupo Alemán. Este fue el que le situó en el habitáculo del Renault, artefacto que le vino como anillo al dedo. Lo estrenó a finales del 2004 con un segundo lugar en el ‘Isla de Tenerife’. Y el primer triunfo lo festejó en su segunda participación, el ‘La Palma Isla Bonita’.

En el 2005, José Antonio y el Mégane Maxi no dejaron títere con cabeza. Desde que arrancó la campaña, a mitad de marzo en el ‘Villa de Santa Brígida’, hasta el ‘Villa de Teror’, hecho a finales de septiembre, nadie logró bajarle de lo más alto del podio. Esa racha concluyó en el ‘Tenerife’, evento en el que se impuso Avero sobre un Citroën Xsara Kit-Car, aunque en nada influyó esa derrota. Lo importante, sentenciar el autonómico, lo había cumplido. Con creces.

El 2006 fue un calco de lo ocurrido unos meses antes. La conexión entre Torres y el Renault Mégane Maxi Kit-Car siguió al alza. Inició la defensa de su entorchado con una actuación de campanillas en el Rally de Canarias. Un problema eléctrico en el ‘Palma Canaria Norte’ hizo que cediese terreno contra su gran adversario, el grancanario David García. José Antonio lo arregló todo con seis victorias, dos P2 y una P4, las que le condujeron a su segunda corona.

Foto: Octavio Aridane Mateo