El vigente campeón del FIA World Rally Championship (WRC) empieza la defensa de su título con buen pie. Junto a Martijn Wydaeghe, completa un día sin errores que le otorga la batuta de mando de la ronda monegasca. Sébastien Ogier, el autor de dos de los tres scratch nocturnos, cede su renta al ser sorprendido por un parche de barro en un cruce.
Thierry Neuville comienza la defensa de su entorchado mundial con el liderato del 93º Rally de Montecarlo bajo el brazo. El piloto belga, a los mandos de su Hyundai i20 N Rally1, cerró el primer día de competición por los Alpes francesas sin cometer un solo error. Aunque ni la nieve ni el hielo hicieron acto de presencia, el barro se encargó de transformar los tramos a pistas de patinaje. Y ese elemento fue el que apartó a Sébastien Ogier de lo alto de la tabla.
El francés, con nueve victorias en la cita monegasca, inició el fin de semana decidido con un par de scratch en las especiales de ‘Digne-les-Bains/Chaudon-Norante’ y ‘Faucon-du-Caire / Bréziers’. Pero en la tercera y última del día, lo que parecía un jueves perfecto casi terminó en desastre para el ocho veces ganador mundial. Al llegar a un cruce se topó con un parche del temible lodo. Perdió el control de su GR Yaris y golpeó un poste. Siguió… sin su liderato.
A pesar de abrir carretera, Neuville también tuvo que lidiar con los barrizales que invadieron los interiores de las curvas. Guardando cierto margen por las condiciones y por lo poco que aún se conocen los neumáticos de Hankook, el vigente campeón salvó la noche con el mejor saldo posible: el de la primera posición. Eso sí, su renta es de solo 2.0″ sobre Elfyn Evans. El galés, que estaba sufriendo para leer los cambios de agarre, fijó el tiempo a batir en el TC-3.
Esa tercera cronometrada, la del susto de Ogier, fue la que más sobresaltos deparó. El fango presente en ella fue todo un dolor de muelas para los del asiento izquierdo. El nuevo fichaje de Hyundai, Adrien Fourmaux, salió a ella a décimas de los puestos de podio. Cuando cruzó por la pancarta de meta se vio a casi 20″ de esa zona de privilegio. Su confianza se esfumó y su compañero Ott Tänak le quitó el cuarto lugar de la general. Él dormirá en la quinta plaza.
Kalle Rovanperä, sin seguridad a la hora de conducir por las partes sucias, marcha sexto. En el término global de la jornada se dejó 43.9″ con Neuville. Casi un segundo por kilómetro. A su espalda está el Ford Puma Rally1 mejor clasificado, el de Grégoire Munster. Ahora con el rol de cabecilla de M-Sport, el luxemburgués firmó algún que otro registro interesante. En la P8 se encuentra Takamoto Katsuta, mientras Sami Pajari está instalado en un noveno lugar.
El debutante Josh McErlean, a bordo del segundo Ford Puma Rally1, aparece por detrás de dos Rally2, el Škoda Fabia RS de Nikolay Gryazin y el Citroën C3 de Yohan Rossel. El ruso de licencia búlgara aventaja en 7.2″ al francés, que es quien manda entre los que puntuarán en la categoría WRC2. Dentro de la división de plata, la P2 es para Léo Rossel, que está a 45.3″ de su hermano. El pódium provisional lo completa Eric Camilli con un Hyundai i20 N Rally2.
Por lo que respecta a WRC3, los locales Ghjuvanni Rossi y Arthur Pelamourgues mantienen una intensa batalla que, por el momento, se resuelve en favor del primero. Al volante de una unidad Ford Fiesta Rally3, dispone de un colchón de 2.5″ sobre su inmediato perseguidor. El tercer puesto es posesión de Matteo Fontana (Ford Fiesta Rally3). Diego Domínguez, con el grancanario Rogelio Peñate a las notas, figura dentro del top cinco con el Ford Fiesta Rally3.

Foto: Hyundai Motorsport


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