La prueba de RallyTen Sport conmemora este fin de semana sus bodas de oro. En las 49 ediciones que se han disputado hasta la fecha, los organizadores de la cita con base en la ciudad capitalina de Santa Cruz de Tenerife han tenido que otorgar en tres ocasiones uno de los premios más exclusivos del automovilismo en Canarias. ¿Habrá alguna más?

Pocos premios tan exclusivos puede recibir un piloto canario como el Cañón Tigre. Tan solo tres deportistas del Archipiélago lucen en sus vitrinas el trofeo más significativo de los que concede el Rallye Isla Tenerife. La prueba organizada por RallyTen Sport cumple este fin de semana su edición número cincuenta. Y, en su recorrido histórico, sobresalen los nombres de José María Ponce, Ricardo Avero y Enrique Cruz, integrantes de un tridente privilegiado.

La simbología del Cañón Tigre se remonta al 1797. El día 25 de julio de ese año, una flota de origen británico amenazaba con conquistar la ciudad de Santa Cruz de Tenerife. El almirante Horatio Nelson encabezaba una expedición que fracasó, según cuenta la leyenda popular, a causa de un impacto que le propinó, precisamente, el Cañón Tigre. Ese golpe la arrebató un brazo de cuajo y, además, acabó con la vida de veinte de los soldados que le acompañaban.

Ese hito ya empezó a conmemorarse en competiciones automovilísticas en los años 60 del siglo pasado. Por aquella época se disputaba el Gran Premio de Tenerife. El galardón Cañón Tigre se lo llevaba quien lograse ganar dos ediciones consecutivas o tres alternas. Entonces, Jorge de Bagration fue capaz de lograrlo. El piloto nacido en Italia encadenó dos triunfos de seguido en 1970 y 1971, el primero con Porsche 908 y el segundo en un Alfa Romeo GTAm.

Cuando terminaron los tiempos de los circuitos urbanos en el Archipiélago, el valioso Cañón Tigre pasó a formar parte del Rallye Isla Tenerife. Ahí cambiaron los méritos para obtenerlo. Habría dos maneras que aún se mantienen: tres victorias consecutivas o cinco acumuladas. José María Ponce se decantó por la vía más rápida para convertirse en el primer piloto de la modalidad de rallies en tenerlo. Lo hizo con sus triunfos en el ’88, ’89 y ’90, todos con BMW.

Los organizadores del evento tinerfeño tuvieron que esperar quince temporadas para volver a entregar un Cañón Tigre. El dueño del segundo, Ricardo Avero. El de La Laguna llegó a las cinco victorias acumuladas (1992, 2000, 2002, 2004 y 2005), una con el Mitsubishi Galant VR4 4×4 y cuatro con el Citroën Xsara Kit-Car. El último en añadirse a este selecto grupo fue Enrique Cruz, también por la ruta de los cinco triunfos. El más reciente, el del curso pasado.

En la edición que mañana visitará a municipios de las zonas norte y sur de la Isla no existe la posibilidad de que RallyTen Sport conceda el cuarto Cañón Tigre de la era de los rallies. Y es que de los cerca de 80 pilotos inscritos solo uno conoce la victoria, Víctor Delgado. Con dos alternas en su palmarés, habría de esperar a firmar otras tres para alcanzar las cinco en el acumulado. Como pronto, la próxima entrega de este premio se produciría allá por 2026.

Nota: Fernando Capdevila es otro de los pilotos que posee el galardón Cañón Tigre. Él no lo recibió por sus victorias en el ‘Isla Tenerife’, sino por proclamarse subcampeón mundial de Grupo N en la temporada 1991.

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