El piloto del Toyota Yaris GR Sport 130H logra el pleno que necesitaba para proclamarse campeón de España junto a su hijo Daniel. El TR+ más decisivo de toda la temporada en el certamen nacional cuenta con la influencia de un factor externo inesperado: un grupo de animales. Julián Pecero y Manuel Soler han de conformarse con el galardón de plata.
Un rebaño de ovejas decidió el título del Campeonato de España de Energías Alternativas en la división de Híbridos. José Manuel Pizarro y Julián Pecero, los dos aspirantes a ese trono, sabían que todo quedaría decidido en el TR+. Quien lograse la victoria en esa especial y, por tanto, sumase los 1.5 puntos consiguientes, tendría el trabajo realizado. Ambos salieron al máximo de concentración, pero esta fue completamente alterada por un grupo de animales.
Alrededor del kilómetro quince de un tramo con más de cuarenta de longitud, tanto Pizarro como Pecero se toparon con un rebaño que les hizo perder los nervios. Su contabilizador de penalizaciones crecía de forma descarada y el menos perjudicado acabó siendo el piloto del Toyota Yaris GR Sport 130H. Su rival, por el contrario, perdió todas sus opciones. Le tocó ir a por la última especial del fin de semana con la moral tocada. Porque la corona se escapaba.
Pizarro, acompañado por su hijo Daniel, no falló en los momentos decisivos tampoco cayó a la presión a la que estaba sometida en su visita a la isla de Gran Canaria. Solo existía una vía para que sus cálculos se cumplieses, y esa era la de arrasar en la ronda organizado por Club Deportivo Azuatil. Desde la tarde-noche del viernes el panorama prometía para él, aunque eso no le hizo incurrir en excesos de confianza. Mantuvo el control de la situación. Siempre.
A Pecero no le dio resultado el salto al Mitsubishi ASX. Junto a Manuel Soler, un temprano error de navegación fue su gran condena. Ocho kilómetros duraron sus esperanzas de lograr una victoria en tierras canarias. Eso fue lo que tardó en equivocarse de vía en el TR1, tramo que, para colmo, era el más largo del itinerario. Acumularon una losa insalvable de cerca de 3000 puntos con sus rivales directos. Y, en el TR+, ese rebajo de ovejas le acabó de hundir.
Foto: RFEdA


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