El joven majorero condujo la unidad que su familiar pilotará este fin de semana en el 5º Rallye de Madrid en una sesión de test. Todo surgió de un ofrecimiento repentino. Sumó unos «diez o doce kilómetros» a los mandos del artefacto de la marca surcoreana. Cara al futuro, declara que «hay una pequeña posibilidad» de que use uno este mismo curso.

Javier Sosa recibió una sorpresa por parte de su primo Gustavo en Madrid. Mientras el dos veces campeón de Canarias de rallies sobre tierra realizaba su test preparatorio para la cita de la Copa de España de Rallies de Tierra que se celebra este fin de semana en la capital, le concedió a su familiar la oportunidad de rodar con el Hyundai i20 N Rally2. «De repente me dijo que me pusiera el casco y probase el coche. Le estoy muy agradecido por ello», expone.

«Las sensaciones fueron muy buenas. El vehículo agarra muchísimo y se ve que te permite un montón», comenta Javier sobre lo que le transmitió el artefacto surcoreano en el asiento de la izquierda. «No es que sea tan potente como puede serlo un Mitsubishi, pero es brutal: frena, la suspensión absorbe todo lo que encuentra a su camino…», relata en declaraciones exclusivas a este medio. «Habría que hacer muchos test para poder llevarlo bien», asevera.

En vistas al futuro, el menor de los Sosa desplazados a tierras madrileñas no esconde que «en principio, existe una pequeña posibilidad» de competir a los mandos de una unidad de estas características. Sería en «un slalom» y podría darse este mismo año. Pero el de Puerto del Rosario mantiene la prudencia: «Todavía no puedo confirmar nada. Sería con un Rally2, pero no es seguro. Se está trabajando en ello», afirma el que fuera campeón del Desafío N3.

La última vez que Javier se había subido a una montura de competición se había producido en el 29º Rally de Antigua, celebrado a finales de agosto en su isla. Allí pilotó su Mitsubishi Lancer Evo IX hasta que sufrió un fuerte accidente en la quinta especial. Acerca de cómo va el proceso de reparación, indica que aprovechó el viaje a Madrid para «mandar a pedir unos repuestos». «Está siendo bastante costoso», añade. Su objetivo, tenerlo listo para el 2025.