El de Marzagán firmó una séptima posición en el 43º Rallye Villa de Teror. A los mandos de su M3 E30, volvió a superar a los coches Rally4, tal y como había hecho unos meses antes en el ‘Gran Canaria’. Respecto al Porsche 991.1 GT3, espera competir con él en el ‘Maspalomas’. Sobre la venta de este, expone que hará «unas carreras» y después verá.

Iván Armas extrajo la quintaesencia de su BMW M3 E30 en un 43º Rallye Villa de Teror que terminó en la séptima posición. A pesar de no disponer de neumáticos de lluvia y de pilotar un vehículo de propulsión, el de Marzagán, acompañado por Bernardino Guerra, se marcó una actuación similar a la que ya había protagonizado en el ‘Gran Canaria’ con esta unidad. Superó a los Rally4 presentes y por delante solo finalizaron las monturas Rally2, N5 y GTR.

«Estoy supercontento», afirma el deportista grancanario. «El coche fue a las mil maravillas. Al principio del primer bucle tuvimos unos problemas, pero se solventaron con unos ajustes de suspensión y regulaciones. El equipo también se portó fenomenal», añade el mayor de la saga Armas. Y eso que el palmense no se olvidó de regalar algún derrape al público: «Trato de combinar las dos cosas, de hacer una conducción efectiva, pero que sea espectacular».

Iván admite que, para marcar tiempos competitivos, el BMW es una montura difícil. «Es un coche viejo y estoy mayor en comparación a cuando corría con estos coches allá por el año 2015. Se trabaja mucho. Tanto este como el Porsche te exigen para ir rápido», detalla. En la cita de Escudería Aterura, Armas estrenó una suspensión revisada. De lo que careció fue de unas ruedas especificas para el agua, ya que solo disponía de compuestos duros o medios.

Con respecto al Porsche 991.1 GT3, Iván aún tiene la intención de competir con él en algún rallye. El ‘Maspalomas’ es uno de sus objetivos: «Quiero salir con él. Está muerto de risa en el garaje desde antes del ‘Islas Canarias’, con las barras, el certificado… todo lo necesario para correr con él». Y, en relación a la venta que tenía «medio tratada» a primeros de junio, dice que antes ha de correr «unas cuántas carreras». «Ya veré después lo que hago», cierra.

Foto: Óscar Quintana