El piloto del Mitsubishi Lancer Evo X espera que la Federación de Automovilismo de Las Palmas «actúe» y realice modificaciones en el reglamento del certamen que organiza. El grancanario no considera justo el coeficiente especial que cada año recibe la rampa que cierra el calendario. En el caso de la presente temporada, la puntuación extra fue otorgada a la 30ª Subida San Bartolomé, la prueba que en un inicio se había previsto para finiquitar el año de la disciplina en la provincia oriental. Por otra lado, adelanta que su otro Mitsubishi «está casi listo». No descarta debutar con él antes de que termine la actual campaña.

Miguel Cabral demanda cambios para las próximas ediciones del Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña. El piloto grancanario espera que la Federación de Automovilismo de Las Palmas «actúe» y modifique la reglamentación del certamen que organiza. El apartado de la normativa que no considera apropiado es el que asigna un coeficiente especial a la prueba que cada año cierra la temporada. En el actual curso, esa bonificación correspondió a la 30ª Subida San Bartolomé, celebrada el pasado sábado.

La rampa que conecta el núcleo de Rosiana con el mirador de Tunte decidió la batalla por el entorchado con sus puntos extra. «El título no lo veo muy bien, ya lo hablé desde la Asamblea anterior, porque San Bartolomé puntúa 1.5 y no debería ser así», expone Cabral. «Imagina que haces un campeonato, ganas ocho carreras y viene otro competidor que consigue tres segundas puestos y dos victorias en Fataga y San Bartolomé y es campeón. ¿Cómo te lo comes? La Federación ya lo sabe, pero a ver si actúa», añade.

Miguel partía al doblete montañero de Escudería Maspalomas con opciones de grabar su nombre en la corona. Para ello, necesitaba imponer su Mitsubishi Lancer Evo X tanto en la ronda matinal como en la vespertina. En Fataga cumplió con un triunfo que aseguró con su registro de la primera manga oficial. En San Bartolomé, por contrario, acabó en una P2 que no le permitió prorrogar su estancia en el trono que conquistó en el 2022. Problemas con «el tubo de la admisión» le condicionaron durante la jornada.

De cara a lo que resta de campaña, Cabral seguirá con la puesta a punto de la unidad Mitsubishi Lancer Evo V Monster que adquirió en el verano. «Está casi, casi listo. Hemos hecho un par de modificaciones porque con el Performance Factor no puedes llevar cosas que se llevaban antes», manifiesta el hombre de Club Deportivo Azuatil. Miguel no descarta estrenarlo en los próximos meses: «Creo que lo sacamos este año». La 19ª Subida Villa de Moya, una de las que aspira a presenciar su debut con el nuevo coche.

Foto: Óscar Quintana