Una nota aclaratoria de la Federación de Automovilismo de Las Palmas concede a la segunda de las ascensiones que este sábado organiza Escudería Maspalomas el poder de decidir al nuevo campeón de la disciplina. Iván Armas defiende el liderato del certamen con su Porsche 911 991.1 GT3. Una victoria en la rampa que discurre entre Rosiana y el mirador de Tunte le proclamaría matemáticamente ganador del certamen aunque no logre puntuar en Fataga. Por la parte de Miguel Cabral, necesita imponer su Mitsubishi Lancer Evo X tanto en la mañana como en la tarde para decantar la corona a su favor.

El Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña se adentra en el fin de semana más importante de la temporada. El doblete que Escudería Maspalomas organiza en el sur de Gran Canaria cuenta con una infinidad de papeletas para sentenciar la lucha por el título. Iván Armas y Miguel Cabral, los dos grandes candidatos al entorchado que reserva la Categoría 1, centran sus miras en la ascensión vespertina, la de San Bartolomé. Lograr un buen resultado en la rampa de la tarde es una obligación para ambos pilotos.

Una nota aclaratoria firmada por la Federación de Automovilismo de Las Palmas concede a la segunda de las pruebas tirajaneras un valor especial frente a las del resto del calendario. El reglamento dicta, en el Artículo 6, que «la última competición tendrá un coeficiente multiplicador de 1.5 sobre la clasificación general». El evento que este año cierra la campaña, tras el aplazamiento que sufrió en octubre, es el de Moya. Sin embargo, la FALP explicó en su comunicado que, «para evitar suspicacias», fue acordado en su momento que la puntuación extra se otorgaría «a la última subida en el calendario oficial aprobado a principios de temporada», caso en el que correspondería a San Bartolomé, la que se disputa mañana.

Así las cosas, la ronda que discurre entre Rosiana y el mirador de Tunte ostenta el poder de decantar la balanza del lado de Armas o en beneficio de Cabral. Los números resultan más favorables al deportista del Porsche 911 991.1 GT3. Una victoria en San Bartolomé le proclamaría, matemáticamente, campeón. Su actuación en Fataga sería irrelevante. Ni un cero en el virado recorrido que abre la jornada le privaría de festejar el título. Su bonus de diez puntos por haber participado en Betancuria, clave en sus cálculos.

El del Mitsubishi Lancer Evo X, por su parte, necesita imponerse en San Bartolomé de cualquiera de las maneras. Un segundo lugar en la competición encargada de finiquitar el día le condenaría a despedirse de la corona que este curso defiende. Una medalla de plata en Fataga, siempre que luego la acompañe con una primera plaza en Tunte, le mantendría con opciones en un duelo que se terminaría decidiendo en Moya. Eso sí, si Cabral suma un doblete en Las Tirajanas, su estancia en el trono se alargaría al 2024.

Foto: FALP

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