El natural de Los Llanos de Aridane perdió el liderato del Campeonato de Canarias de Rallyes sobre Asfalto con su abandono en el ‘Ciudad de Telde’. Su Citroën C3 Rally2 sufrió una avería de motor en la segunda pasada por la especial de ‘Cueva Grande-Los Marteles’. Ese tramo lo había empezado al frente de la clasificación general, pero con una ventaja de tan solo cuatro décimas sobre Enrique Cruz, el a la postre vencedor de la quinta ronda de la campaña. A pesar del cero en términos de puntos, el palmero piensa «que todo queda igual» en el certamen por los descartes contemplados en la normativa del Regional.
Miguel Suárez perdió el liderato del Campeonato de Canarias de Rallyes sobre Asfalto con una avería de motor en el 47º Rallye Ciudad de Telde. El piloto de La Palma abandonó la ronda organizada por el Club Deportivo Motor Primera Etapa en el quinto tramo y cuando ocupaba el primer lugar de la clasificación general. Este cero le hace descender al segundo puesto en la tabla del certamen regional. Poco menos de veinte puntos le separan de Jan Cerný, que acumula cinco podios con el Hyundai i20 N Rally2 oficial.
Mientras aguantó en competición, el de Los Llanos de Aridane mantuvo una trepidante batalla frente al vigente campeón autonómico. Al término de la sección matinal, en la que los equipos completaron tres especiales, la ventaja de Suárez sobre Cruz era de apenas siete décimas. El bucle del mediodía comenzó con un scratch del tinerfeño, pero la batuta de mando seguía posesión de Suárez. La lucha finalizó en la repetición de ‘Cueva Grande-Los Marteles’, en la que el propulsor del Citroën C3 Rally2 dejó de trabajar.
El hombre de Auto-Laca Canarias admite que, en la cronometrada anterior a la de su retirada, ya había recibido señales de que algún elemento de su coche no funcionaba de la manera correcta. «Llegando a la meta de ‘Caserones-La Atalaya’ se encendió una alarma de presión de aceite», explica Miguel. Junto a su copiloto, el grancanario Eduardo González, decidió «seguir en el enlace» para comprobar si la alerta «iba a más». Luego, tras consultar con los mecánicos e ingenieros de su equipo, apostó por salir al TC-5.
«Pensábamos que no era algo grave, pero nada más arrancar en ‘Cueva Grande-Los Marteles’ noté una pérdida de potencia bastante grande y dos kilómetros más tarde se paró el motor», dice el aridanense. A pesar del varapalo que supuso el problema, Suárez afronta la situación con positividad: «Descartar un rallye de coeficiente menor tampoco es tan malo. Queda todo igual, solo que con una prueba menos». La normativa del ‘Mundialito’ permite borrar a final de año los dos peores resultados de ocho posibles.
Foto: Óscar Quintana


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