El de Guía de Isora compitió el pasado fin de semana en el 1º RallySprint de Arico con su discípula en el asiento derecho del Suzuki Swift R4LLY S Rally2-Kit. Antes habían compartido habitáculo solo una vez, en la modalidad Legend del 31º Rallye Villa de Adeje, celebrado en el año 2022. Aunque en los instantes previos a la primera pasada el veterano piloto tinerfeño sufrió «mucho» por la tensión que suponía el hecho de tener a su descendiente a su lado, las positivas sensaciones que ella le transmitió le permitieron centrarse en lo deportivo. En la última especial trató, sin éxito, de dar caza a Jonathan Morales.

Walter Delgado compitió junto a su hija Laura en el 1º RallySprint de Arico, celebrado el pasado fin de semana en la zona sur de la isla de Tenerife. El piloto de Guía de Isora afrontaba la cita valedera para el Campeonato de Tenerife de la disciplina con un planteamiento diferente al habitual. El asiento derecho de su Suzuki Swift R4LLY S Rally2-Kit lo ocupaba su descendiente, circunstancia que le hacía cargar con más responsabilidad que nunca al volante. Sin embargo, una manga le bastó para quitarse los nervios.

«Estoy muy contento, más que nada, por mi hija», afirma el tinerfeño, que finalizó tercero de la general. «No tenía pensado realizar esa prueba, pero la verdad es que no me arrepiento», añade. Walter admite que le sorprendió «muchísimo» el rendimiento de su discípula en las labores de navegación: «La vi muy relajada, me cantaba las curvas de una forma impresionante, muy bien, con las entonaciones correctas, sin apurarse y sin quedarse atrás. Al acabar, le dije que era toda una profesional. Estoy muy orgulloso».

La confianza que Laura le trasmitió desde el otro lado del habitáculo ayudó a Walter a despojarse de la tensión que sintió en los primeros compases del evento. «Antes de la primera pasada lo sufrí mucho, lo pasé muy mal. Luego fue cuando empecé a disfrutar». Los Delgado vivieron un momento de emociones fuertes en la última cronometrada, en la que alcanzaron al Ford Fiesta Rally2 de Francisco Suárez, que iba con un pinchazo: «Laura se echó a llorar, pero las carreras son así y traté de explicarle la situación».

El motivo de esas lágrimas fue la pérdida de tiempo que les ocasionó el rodar justo detrás de un coche con problemas. Walter y Laura aspiraban a la segunda plaza, aunque en ese instante perdieron «todas las posibilidades» de lograrla. «El tercer puesto fue un poco agridulce. En la última manga cambiamos el mapa motor para ver si podíamos superar a Jonathan. A mitad de tramo íbamos mucho mejor que en la pasada anterior, pero nos encontramos a Fran y estuvimos como quinientos metros detrás», sentencia.

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