El del Renault Clio R3 Evo Max creyó que, con la reaparición del problema eléctrico en la última de las mangas en sentido descendente del 1º RallySprint de Arico, había perdido cualquier opción a terminar en los puestos delanteros de la clasificación. Sin embargo, unos cambios en la asistencia posterior a esa especial le libraron de tener que revivir la avería en el sensor de las revoluciones por minuto del vehículo francés. «No sé si ya hemos dado con la tecla adecuada, pero parece que estamos en la línea correcta», comenta el tinerfeño. Acabó «supercontento» al poder recompensar a su equipo con un podio.

Jonathan Morales empezó el 1º RallySprint de Arico con un contundente scratch. Tras cuajar un primer descenso «impecable», el piloto del Renault Clio R3 Evo Max se instaló en lo más alto de la clasificación con una renta de más de cinco segundos sobre el Peugeot 208 Rally4 de Giovanni Fariña. Sin embargo, la estancia del sanmiguelero en el liderato de la cita ariquera acabó con la reaparición de un problema eléctrico en la última especial en bajada. «Pensé que todo se había ido al traste» comenta el tinerfeño.

«Nada más salir, según los datos de la telemetría kilómetro y medio después, volvió el fantasma y nos mandamos todo ese tramo con el coche a tres mil vueltas», explica el abanderado de Escudería Daute-Realejos. El sensor de las revoluciones por minuto falló de nuevo. «Mi moral estaba totalmente por los suelos», añade Jonathan. Había entregado la batuta de mando por el problema de siempre. Luego, en la asistencia, sus mecánicos encontraron solución. Él los recompensó asegurando un lugar en el podio.

«No sé si ya hemos dado con la tecla adecuada o fue el factor suerte, pero parece que ya estamos en la línea correcta», dice Morales, que espera no lamentar más regresos de la misma avería. Los integrantes de su equipo habían realizado una semana «muy tediosa, de un trabajo enorme» para tratar de cortar de raíz un contratiempo que ya les había lastrado en otras participaciones. «Vamos a tirar la instalación eléctrica para atrás, hasta llegar adonde llegue, para ponerlo nuevo y ver cuál es el problema», declara.

El de San Miguel de Abona afirma que está «supercontento» por poder obsequiar el esfuerzo de todas las personas que le acompañan con una segunda plaza absoluta. «Evidentemente, el resultado es muy positivo, sobre todo por el equipo, no por mí. Me daba mucha rabia lo que nos sucedía porque a ellos tenía que pagarles de alguna manera, en el sentido de que quería brindarles una buena actuación que llegó en Arico», manifiesta Morales, quien conservó la medalla de plata por delante de Walter Delgado.

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