El veterano piloto de Guía de Isora estrena su Suzuki Swift R4LLY S Rally2-Kit con una quinta posición en el 31º Rallye Villa de Granadilla. Un error en la segunda pasada por ‘Frontón-Martela’ y un problema con la mangueta del turbo en la repetición de ‘Cisnera-Chimiche’ le impiden mantener la cuarta plaza en la que se había instalado al comienzo de la prueba sureña. Al tinerfeño le sorprende su velocidad de adaptación al vehículo de la marca japonesa, máxime cuando nunca antes había dirigido una montura con sistema de cambio secuencial. El ‘Villa de Adeje’, la próxima prueba que aparece en sus planes.
Walter Delgado estrenó su Suzuki Swift R4LLY S Rally2-Kit en el 31º Rallye Villa de Granadilla. Después de meses de arduo trabajo con los integrantes de su equipo, el veterano piloto tinerfeño escogió la cita de Escudería Atogo para sumar sus primeros kilómetros con el coche que adquirió a principios de año. Acompañado por Alejandro Rodríguez, inició el fin de semana de su debut con el artefacto japonés con un cuarto mejor registro en ‘Atogo’. Luego descendió a un quinto puesto que mantuvo hasta la llegada.
«No pensábamos estar tan arriba ni pelear contra quien estuvimos peleando porque para mí era todo nuevo», confiesa el abanderado de Escudería Villa de Adeje. En las etapas anteriores de su trayectoria deportiva, Walter nunca dispuso de vehículos de última generación. «Ni siquiera había corrido con una caja secuencial», admite. A pesar de todas las novedades a las que se enfrentaba, el de Guía de Isora consiguió adaptarse con rapidez a la montura que fuese propiedad del equipo oficial de Suzuki Ibérica.
Dos percanes durante la sección del mediodía ocasionaron el descenso del mayor de la saga Delgado en la clasificación general. «En la segunda pasada por ‘Frontón-Martela’ hice un trompo en el cruce de Vilaflor, se me caló el motor, lo volví a arrancar y se me volvió a calar. Más tarde, en ‘Cisnera-Chimiche’, se nos echó fuera un manguito del tubo y perdimos potencia», detalla. A pesar de ese ligero incidente mecánico, Walter destaca la fiabilidad de su Swift R4LLY S, al que define como «un tanque de guerra».
En una comparativa con los dos históricos de su colección, el Mitsubishi Galant VR-4 y el Ford Sierra RS Cosworth, el isorano asegura que «lo que eché de menos fue la potencia de esos coches. Si en el Suzuki tuviese la potencia que tengo en los otros dos, otro gallo nos hubiese cantado». La especial de ‘Cisnera-Chimiche’, en su parte ascendiente, fue la que más expuso esa carencia del Rally2-Kit. «Te quedabas un poco desconsolado», lamenta. La siguiente prueba en la que planea participar es en el ‘Villa de Adeje’.
Foto: Escudería Atogo


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