El piloto de Gáldar finaliza la cuarta prueba del Campeonato Provincial de Las Palmas a cuatro décimas de las posiciones de honor. Un toque en una valla nada más comenzar la primera manga oficial abre la dirección de su Mitsubishi Lancer Evo VII y le resta confianza para afrontar las zonas más rápidas de la ascensión aruquense. Los puntos obtenidos le acercan a la segunda plaza del certamen. El hombre de Silenciosos DBM asegura que no está «nada contento» consigo mismo por el error cometido. Los registros que establece no igualan los que marcó el año pasado en la rampa organizada por Escudería Aterura.

Gustavo Bolaños acarició los puestos de honor en la 23ª Subida de Arucas. El de Gáldar finalizó cuarto, cuatro décimas por detrás de Juan Manuel Jorge y su Seat León Supercopa MKII. Un error en la primera manga oficial mermó la confianza del piloto del Mitsubishi Lancer Evo VII. La dirección de su vehículo no respondía de la manera más adecuada para afrontar un recorrido tan rápido como el ubicado al norte de la isla de Gran Canaria. «Lo menos que quería era darme un golpe», comenta el de Silenciosos DBM.

El representante de Escudería Aterura ni siquiera logró igualar los registros que había establecido en la edición del año pasado. Más de tres segundos le separaron de los tiempos que tenía de referencia. Un fallo de cálculo nada más comenzar la primera ascensión oficial, el motivo que le hizo perder seguridad al volante del artefacto de la firma de los tres diamantes. «Me metí muy pronto en la primera curva de derechas, toqué la valla, se me abrió la dirección y la perdí completamente para esa manga», sentencia.

Sus mecánicos centraron el trabajo de la asistencia previa a la última escalada en corregir el problema ocasionado por ese error. «Intentamos ajustarla, pero es muy complicado dejar la dirección perfecta en un sitio en el que conduces a unas velocidades muy altas», asegura Gustavo. El galdense confiesa que el sentir que su coche tendía hacia el lado derecho en las zonas rápidas le generó aún más desconfianza. «No quise correr riesgos, y menos después de ver lo que le ocurrió al compañero Alby Martel», asevera.

El tercer clasificado en la Categoría 1 del Campeonato Provincial de Las Palmas de Montaña asegura no estar «nada contento» consigo mismo. «No hicimos el tiempo que nos correspondía, pero fue ese con el que tuvimos que conformarnos. Las cosas no estaban para correr tras el fallo que cometí en la primera oficial», lamenta. A pesar de ello, Gustavo consiguió acortar distancias con su antecesor en el certamen de la Federación de Automovilismo de Las Palmas. Su déficit con Miguel Cabral es de tan solo un punto.

Foto: Óscar Quintana

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